El Duelo es el proceso de cambio que hacemos cuando perdemos algo o alguien a quién estamos unidos afectivamente.
Es un proceso normal, necesario e inevitable que tiene como objetivo la supervivencia y adaptación ante una nueva circunstancia vital.
Aunque cada persona tiene una forma particular de hacer el duelo, se sabe que todos pasamos por distintas fases y la particularidad viene de cuánte estamos en cada fase y cómo vivimos cada fase (shock/desorientación, aceptación y adaptación).
Sin embargo, en todos los casos para que el duelo sea sano tiene que existir una oscilación entre pasado y futuro (pasando por el presente):
- En el pasado, revivimos la pérdida, sentimos y elaboramos.
- En el futuro, buscamos la restauración, hacemos, creamos y construímos.
A veces podemos notar que nuestro duelo es complicado:
- Crónico (no hay oscilación permanezco en la pérdida).
- Ausente (no hay oscilación, no conecto con la pérdida).
- Traumático (la oscilación es muy marcada y de mucha intensidad)
Si sientes que tu duelo es complicado puedes seguir estas recomendaciones:
- Recuérdate que es normal sentir emociones.
- Busca momentos, personas o situaciones en los que poder expresar cómo te sientes.
- Retoma poco a poco tus rutinas de cuidado, tu ocio, tus amistades y tus actividades cotidianas.
- Déjate acompañar.
Pero, ¡recuerda!, si con lo que aquí te cuento no es suficiente, acude a un profesional de la psicología que te pueda acompañar.